El homeschooling es una tendencia en alza en España a pesar de que legalmente no está reconocida. Muchos maestros (y no maestros) opinan que es poco menos que un abandono del menor, y nada más lejos de la realidad. En Labolú hemos tenido varios homeschoolers y puedo decir que, en general, tienen muy buenos hábitos de trabajo, saben gestionar la información y tienen un alto grado de autonomía en la realización de tareas.
Por eso, hace un tiempo decidí investigar un poco más a fondo el tema y, a pesar de que tiene sus pegas como cualquier otro sistema, puede ser un ejemplo para muchos maestros a la hora de plantear las clases.
- El trabajo basado en proyectos (PBL): A pesar de cada homeschooler lleva un sistema diferente, muchos comparte el uso del PBL como medio de aprendizaje. Las principales ventajas son el alto grado de motivación que tienen los niños, ya que eligen su propio proyecto dentro de una temática concreta, y el trabajo transversal que realizan, ya que tienen que buscar información, sintetizarla, procesarla y explicarla. Aquí tenéis un ejemplo un poco antiguo, pero muy válido.
- El niño como protagonista del aprendizaje: Sin ninguna duda esta es la característica que mejor define el homschooling y quizá la más difícil de llevar a unas aulas masificadas. Aunque no imposible. Si en nuestras clases queremos que los niños sean el centro de su aprendizaje, deberemos buscar metodologías que lo permitan ¿cómo? los maestros deben ser guías en el aprendizaje no meros transmisores de información. ¿Qué tal un programa de radio sobre arte o historia? Por experiencia sé que es una actividad que no sólo trabaja la expresión oral y escrita, sino que también la búsqueda de información y, a través de ella, un alto grado de adquisición de los conocimientos sobre los que se investiga.
- La búsqueda de nuevas herramientas: Los padres homeschooler merecen todos mis respetos por su incansable búsqueda de nuevas herramientas y metodologías para que sus hijos aprendan. Y ese, para mi, es el mayor ejemplo para los maestros. Debemos huir de la comodidad de los libros de texto y abrirnos a nuevas experiencias que mejoren el aprendizaje en nuestros alumnos.
- El fomento de la curiosidad y la creatividad: Los niños están cada vez más desmotivados y son más pasivos. El exceso de estímulos y actividades (muchas de ellas aburridas) a las que están sometidos están devaluando el conocimiento. Debemos aprovechar la curiosidad natural de los niños y dejarles espacio para que la desarrollen, dando respuestas a sus inquietudes y fomentando una actitud creativa y creadora. ¡Ya está bien de niños pasivos en clase!
- Aprendizaje 24/7: Los niños homeschooler aprenden siempre, las 24 horas del día y los 7 días de la semana. No tienen un horario marcado, para bien o para mal. Y me parece que tiene mucho sentido. Cuando una persona está enfrascado en un proyecto que le motiva, cortarle para que vaya a almorzar, cuando es probable que no tenga hambre, es un absurdo. Es cierto que en un colegio los horarios ayudan a coordinar a todos los profesores, ¿pero seguro que no hay otra forma de organizarse? ¿Y si el tutor se queda siempre en clase con otros profesores de apoyo según el proyecto que estén llevando a cabo?
Estas son algunas de las cosas que más me gustan del homeschooling y que creo que se pueden aplicar a las aulas con voluntad y un poco de esfuerzo.